Síndrome de ojo seco
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Entre un 10 y un 25% de la población adulta padece el síndrome de ojo seco. Este malestar afecta especialmente a las mujeres durante la menopausia, por los cambios hormonales que se producen durante esta etapa.

Así lo confirma la propia Organización Mundial de la Salud (OMS). La sequedad de los ojos suele empeorar durante la primavera. Ello se debe al polen y al efecto de los cambios de temperatura, sobre todo cuando hay una baja humedad.

¿Qué es exactamente el síndrome de ojo seco y qué lo causa?

El síndrome de ojo seco es una alteración en la superficie de la córnea y la conjuntiva, por falta de lágrima o lágrima de mala calidad. Esta condición hace que la superficie ocular no esté suficientemente lubricada, lo que puede causar molestias oculares, problemas visuales y, en algunos casos, lesiones en el ojo.

El cambio hormonal de la mujer durante la menopausia es una de las causas más habituales de este síndrome, que también puede afectar a la salud de las mujeres embarazadas o que tomen anticonceptivos orales.

Con el envejecimiento, las células que generan constantemente la lágrima se atrofian, disminuyendo la secreción. Además hay otros factores que pueden influir, como el clima o la lectura prolongada que reduce el parpadeo; también el uso de lentes de contacto o algunas enfermedades como la artritis reumatoide o la conjuntivitis vírica severa.

¿Cómo se puede evitar?

Para evitar problemas mayores, es importante realizarse controles oftalmológicos periódicos. 

Además de consultar con tu oftalmólogo o ginecólogo de confianza, también te ayudará tener en cuenta los siguientes consejos:

  • Evita las corrientes de aire, pues ello favorece la evaporación de la lágrima.
  • Utiliza humidificadores para evitar la sequedad ambiental.
  • Protégete de la contaminación ambiental y evita el humo del tabaco, los productos químicos o el polvo-
  • Acuérdate de parpadear voluntariamente varias veces al día, como un ejercicio para evitar la sequedad del ojo.

Si aún así no es suficiente, el síndrome de ojo seco se trata con colirios o lágrimas artificiales y pomadas lubricantes. Estos productos deben ser recomendados por un profesional y ayudan a controlar la sequedad y la irritación del ojo.

Una de las opciones es la terapia marina, como el plasma marino de Quinton, que ayuda a mantener los ojos limpios y saludables evitando procesos inflamatorios o infecciosos.

Ello facilita el mantenimiento de la isotonía con los líquidos de nuestro organismo y el pH de las lágrimas. Los pacientes con un síndrome de ojo seco más severo pueden requerir otros tratamientos adicionales.

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