Tras el desprendimiento de roca de la pasada madrugada, la zona de playa de la cala de Sòl de Riu, conocida popularmente como la «playa nudista» o «naturista» de Vinaròs, ha desaparecido prácticamente en su totalidad.
Desde hace meses, tras el último temporal que dejó este invierno, el área estaba delimitada por el riesgo de derrumbe, a raiz de la aparición de una grieta de grandes dimensiones.
Según Guillem Alsina, concejal de Obras y Servicios y alcalde en funciones este viernes, no es la única zona de riesgo que existe actualmente, pues La Foradada y Salines se encuentran en una situación similar.
Alsina ha asegurado a los medios que se solicitó por diversos medios la actuación de Costas, pero que hasta el momento no han obtenido una respuesta favorable y las reparaciones que se realizaron en la cala La Capella fueron de apenas 32.000 euros.
«Esta suma es significativamente menor a la que recibieron otras poblaciones de la zona y no nos parece de recibo que los daños en Vinaròs no sean prioritarios para el Gobierno, cuando el informe técnico tasa los desperfectos ocasionados por el temporal en más de millón y medio de euros», comenta.
Además del riesgo de desprendimientos, el alcalde en funciones ha indicado que hay dos puentes que precisan de una actuación urgente y el fondo marino de una parte de la playa del Fortí se ha quedado con piedras a la vista por falta de arena.
Finalmente, desde el Ayuntamiento se solicita que se renueve la concesión de la carretera de la costa sur, la cuál caducó hace año y medio y, al no aprobarse, impide al consistiorio realizar un mejor mantenimiento de esta zona.